Colaboradores de la locura

viernes, 6 de julio de 2012

Acostarme en la cama y no tener más que ganas y ganas de llorar. Es totalmente estúpido que así sea, pero quieras o no, sí, es así.
Te das la vuelta para un lado, para el otro; no consigues conciliar el sueño. Todo es totalmente raro, aunque no desconocido, ya que te habías encontrado aquí anteriormente.
Te pones a pensar, lo peor que puedes hacer ahora mismo y siempre. Te vuelves a replantear todo de nuevo y como siempre, llegas al mismo lugar: "Quiero empezar de nuevo, todo, absolutamente todo. Quiero crear otra vida totalmente diferente a la que tengo ahora mismo." Paras y piensas en todo lo logrado hasta ahora mismo, da igual, es una gran porquería.
Levantas la mirada y te quedas fijamente mirando el techo, solo se te viene a la cabeza ese tema que, desde hace tan solo dos días, no para de invadir tus pensamientos. Sabes que si fuera así, se te caería el mundo, pero, que si no lo es, serás mucho más feliz de lo que has llegado a ser nunca. Ese miedo que invade las mentes de muchas otras personas y que, sin quererlo, ha comenzado a invadir la tuya. Eso que pensabas que era casi imposible, por no decir imposible, que pasara. Justo eso, es lo que ahora, día a día te aterroriza.