Colaboradores de la locura

viernes, 8 de junio de 2012

Sentirse impotente.

A cualquier cosa, ya sea una palabra o un acto. Todo te supera, ya no aguantas ni un día más en estas condiciones, necesitas que todo, absolutamente todo, termine de una maldita vez. ¿Te lo mereces? Puede que sí, es más, lo creo. Si no quieres terminar como estás, no te busques la ruina primero, es lógico, ¿no? Sólo te digo que llorando no se soluciona nada, sí que es cierto que de vez en cuando no viene mal para desahogarse, pero llorar no significa ir eliminando un problema en cada lágrima que derrames, significa perder fuerza en todas y cada una de esas lágrimas, y demostrar que ya eres alguien débil, no esa persona de antes, esa que podía superarlo todo y siempre, con una gran sonrisa en la cara.